Sección de joyería.
¿Es malo que a las mujeres nos gusten tanto las joyas? ¿Sobretodo si son caras? En esto pensaba mientras me paseaba con una amiga por la nueva joyería, y posiblemente la mas chic, de Madrid: Tiffany & Co. He llegado a la conclusión de que no solo nos gustan las joyas, sino que nos gustan que nos las regalen. Está bien eso de comprarla por ti misma por si no te gusta o no te sirve, pero que te regale alguien una joya es algo que nos encanta. Pero aun no se porqué. La sociedad ha decidido que el oro, la plata, el platino y demás metales sean preciosos. Y eso es algo que ahora no podemos cambiar. Siempre se podrán incluir nuevas piezas, nuevas formas y nuevos materiales, pero una cosa es clara: el oro siempre sube. Y nada que entre en el terreno de la joyería luego se va. ¿Tenemos que sucumbir a aquello que siempre hemos aceptado por defecto pero que nunca nos han explicado? ¿Por ser mujer, me tiene que gustar un anillo? ¿Acaso viene en nuestros genes? Conozco muchos, muchísimos tipos de mujeres y todas ellas llevan joyas mas o menos caras; unos pendientes que le regaló mama, un anillo que se compro en Valencia o una pulsera que le regaló su novio para cuando hicieron 3 años y si no llevan nada de eso, por lo menos, llevan un reloj. Y luego tenemos el que se lleva la palma y que no todas las mujeres tienen o llegan a tener: el anillo de compromiso, que con suerte luego comparte sitio con el de casados. ¿Son las joyas una tendencia social? Supongo que si. Y aunque detesto aceptarlo, me encantan.
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